Bit bit bit... sonido persistente de la computadora, señalaba el error. Bit... bit... bit... La mujer se desesperó, no entendía que le pasaba al aparato ese. Tocó todas las teclas buscando una respuesta en la consola. Bit bit bit biiit...
La máquina respondía con sus constantes bites. Ella, la mujer, se haló los pelos de rabia, o desesperación. La computadora repetía los biiiiit, en tono burlón. La fémina se levantó de la silla. ¿Qué le pasa a esta vaina? ¿Qué coño tiene? Bit bit bit bit bit bit - a las incesantes preguntas de la afectada.
Repentinamente, Altagracia recibió un mensaje en la pantalla del computador. Leyó con los ojos atemorizados, hipnotizados; se quedó pávida y salió corriendo. Y corrió y corrió y corrió tanto, tanto que nadie pudo alcanzarla. Desapareciendo en la raya de un horizonte verde.
Siul M. Ducas
(Febrero. 8. 1995)
_____________________________
Con la idea de publicar un libro de relatos y cuentos breves que implicara a algunos personajes, personalidades y anecdotas, lo cual reuniría en un libro llamado: Breve-Ario, Breviario o Breveste