Abrió la libreta, miró pensativo y sacó un lapicero. Escribió unas cuantas líneas que querían expresar algo; de pronto se le asomaron a la cabeza unas ideas, eso es, escribió...
Ahora estoy aquí, sentado oyendo lo que dicen. Los veo y no se fijan en mí. Me llaman JOBO desde que me conocieron, fue idea de ALIS, ella tampoco se llama así, no se llama ALIS sino Ana Lisandra, y como no le gustaba que le llamen de ese modo, ¡zas! se le encendió el bombillito - como dice ella... Después de todos ALIS es encantadora... Todo esto lo supe mucho tiempo después, pero desde entonces todos me llaman JOBO.
Estaba sentado oyéndolos hablar, él le dijo algo que ella no logró entender del todo. Ella lo miró, se sonrió y se encogió de hombros. "Tiene una sonrisa tierna y linda", pensé. ISIDORA es así, agradable y tierna, pero de vez en cuando tiene sus arrebatos de rabia y hay que tenerle miedo, porque bueno... - Decía JUDAS.
Sentado los veía conversar, yo no decía nada; sólo los miraba. Ellos no me tomaban en cuenta, como siempre sucede o como casi siempre me sucede con ellos. Hubo un rato de silencio. Después él - vio, pensó y repensó -, intentó concentrarse de nuevo, no lo logró pues ella lo interrumpía. Él intentaba traducir canciones del inglés, que tanto le gustaban. De pronto, discutían sobre problemas personales que no lograban conciliar. Ella lo interrumpía a cada momento y él se enojó y le dijo...
ALIS es encantadora y tierna, pero también se las trae. Congeniamos muy bien, a pesar de todo. Me di cuenta una noche en que pintábamos un dibujo que había hecho JUDAS, mi querido amigo y compañero, el siempre se ha entendido bien conmigo. La verdad es que después de JUDAS y yo conocernos compartimos juntos nuestras afinidades y pareceres; a pesar de algunas pequeñas diferencias, tan pequeñas que ni se notan.
Bueno JUDAS es un gran chico, y de seguro tiene pensado que lo ayude en su proyecto de la ópera-rock, JESUCRISTO SUPER STAR (Super Estrella). Es un fanático de esa obra, y estoy seguro que sueña con ella todos los días y las noches.
los oía hablar, estamos sentados, los tres en una mesa de cafetín. JUDAS hacía las traducciones del inglés de algunas de las canciones de "PELOS" ("HAIR"), otra ópera-rock que tanto le gusta. ISIDORA lo interrumpía a cada momento y JUDAS se puso furioso, y le dijo "Está bueno, coño, voy a tener que calármela contigo. No me jodas". ISIDORA se echó a reír y me miró, yo no quise decir nada. Al poco rato, ISIDORA se marchó con YOLI, y JUDAS comentó algo que no alcancé oírle bien. Luego de un rato nos marchamos. Aquella noche todo quedó allí, y ese momento fotografiado en mi mente. Nunca comprendí por qué hasta hoy. Comprendí que todo el tiempo asumo - o casi siempre - el mismo papel, de testigo. Me suele ocurrir con mucha frecuencia. Y fue con lo de ALIS, que otro asumió el papel, JUDAS. Una vez fue testigo presencial de algo que pasó entre ella y yo.
Una noche, estando los tres en el cafetín, sentados en una mesa, ALIS, JUDAS y yo, sucedió aquello tan extraño entre nosotros. Ella me miró a los ojos, de una manera extraña, yo también la miré. Comenzamos a hablar un lenguaje tan simbólico, JUDAS terminó por comprender y no le quedó más remedio que dejarnos solos. Se despidió y le contestamos por inercia más que por afecto. Estábamos en un no sé que extraño que nos envolvía.
ALIS fue la de la idea de llamarme JOBO; como ella se llama Ana Lisandra, hizo una contracción de su nombre. Así tomó la primera letra de su primer nombre y las tres primera de su segundo nombre y se conformó en de ALIS. Resulta que yo me llamo José Bolívar, pues como dicen soy "un hijo natural", pero bueno... ALIS en sus dotes de simplificadora, contrajo mi nombre, JO de José y BO de Bolívar, y resultó una mezcla más frutal que otra cosa; pero desde entonces fui bautizado así. Aunque ALIS es un nombre que me gusta mucho, tuve que conformarme a regaña dientes con el de JOBO, pero bueno...
En nuestro lenguaje de símbolos, signos y miradas, decidimos caminar por las praderas de concreto que nos rodeaban. La noche era fresca y con aire de misterio que nos envolvía. No podría referir ni describir todo aquello que pasó por y entre nosotros. Por culpa de una noche enamorada, tierna, callada, merodeada una canción... Aquella noche llovió y nos empapamos con una lluvia que nos recorrió cuerpos y espíritus. Caminamos, tomados de las manos, por el Paraíso terrenal perdido, y que nosotros logramos hallar; pero fue tan sólo un instante, por una noche y por siempre en nuestras vidas. Aunque sigue estando perdido el Paraíso... fue un amor de manos frías, que llevamos hasta el final.
Ahora estoy aquí sentado oyendo lo que dicen, los veo y no se fijan en mí. Yo sólo los oigo hablar... Son imágenes, me parece un sueño del que quiero y no quiero despertar. Pero sucede que al despertar me desgarra la realidad... La realidad es una, fue un amor de un día.
Cerró la libreta y se la guardó en el bolsillo. Luego enrumbó sus pasos por la callecita de piedra de la vieja vecindad. Era mucho el tiempo pasado para aquel recuerdo... nueve años.
Noviembre. 18. 1986
(Junio.05.1987)
Siul M. Ducas.
Con la idea de ser incluido en el libro: Notas del escritor, en proceso.
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